lunes, 28 de noviembre de 2016

Infidelidad

Una de las situaciones más difíciles que tiene que afrontar una pareja es cuando uno de sus miembros es infiel. Las razones por la que se presenta la infidelidad, son diversas y dependen de cada pareja. Pueden estar relacionadas a los conflictos no resueltos y como estos fueron separando emocionalmente a sus miembros. En este caso la infidelidad pasa a ser una manifestación de situaciones no miradas por la pareja, en lugar de hablar, de afrontar las dificultades, aparece una tercera persona.
Por otro lado, la monotonía, lo cotidiano, los problemas propios de la convivencia van desgastando la relación y los momentos gratos que se pasaba en pareja cada vez se hacen menos presentes. En esta situación la aparición de una tercera persona hace, que la persona que es infiel, regrese a la primera etapa del enamoramiento, donde vemos al otro perfecto y donde se muestra lo más grato de cada uno, situación idealizada que contrasta con la realidad de la convivencia. Lo cierto es que la infidelidad produce una crisis, genera mucho dolor, pero si la pareja puede utilizar esta situación para evaluar su relación, para hablar de cómo se sentía cada miembro en la relación, hablar de aquello con lo cual no se estaba a gusto, la infidelidad puede convertirse en el generador de un cambio, que permita construir una relación más sólida en la que la pareja se sienta más a gusto.

Silvia Rodriguez Q.
Psicoterapeuta de orientación psicoanalítica
Cel. 999 040 402

martes, 20 de septiembre de 2016

Conflicto de pareja y niños

Los conflictos son parte inevitable de la vida pero el resultado positivo o negativo de estos, dependerá de cómo se afronten y solucionen. Estos pueden aparecer en todos los ámbitos: personal, familiar o laboral; aunque tal vez los que resultan más difíciles son los que se dan dentro de la pareja, ya que no sólo involucran emociones intensas sino que también afectan a otros miembros de la familia como los hijos. Los niños pueden sentirse inseguros y temerosos al ver pelear a los padres constantemente e incluso pueden presentar diversos síntomas que expresen su preocupación. Si bien la mayoría de adultos evita pelear delante de sus hijos ello no es suficiente. Los niños son más perceptivos de lo que los padres suelen reconocer y no basta con encerrarse en el cuarto a discutir. Los pequeños son capaces de interpretar lo que se expresa más allá de las palabras, a través de los gestos, miradas, posturas y otras conductas no verbales. ¿Cómo protegerlos? En primer lugar es necesario tranquilizarlos y explicarles que todo conflicto tiene solución y que también puede ser una oportunidad para mejorar alguna situación. Además se debe procurar solucionar los conflictos de manera efectiva apenas aparezcan, para evitar un clima de tensión constante en la pareja y el hogar.

Adhara Ampuero Sala
Psicóloga Clínica – Psicoterapeuta
C.Ps.P. 8482
Cel. 997 363 962

miércoles, 14 de septiembre de 2016

La violencia en la pareja

En muchas ocasiones observamos que las parejas se ven envueltas en discusiones que las desbordan, y al pasar de los minutos la situación empeora, en lugar de mejorar. ¿Qué es lo que causa que la pareja entre en esta situación? ¿Es solo un miembro de la pareja o son los dos los que la generan? Lo cierto es que así sea uno el que inicie la discusión, el otro también termina atrapado en esta dinámica de violencia. Una de las explicaciones, de corte psicoanalítico, es que estas personas han estado envueltas en su infancia en situaciones de violencia y hay una parte de ellos que, a nivel inconsciente, los lleva a construir las mismas situaciones que vivieron de niños.  En muchas parejas las discusiones terminan formando parte de lo cotidiano de la relación, desgastando a la pareja y generando mucho sufrimiento. Para poder cambiar esta situación es importante que la pareja tome conciencia del tipo de vida que están construyendo y si realmente esto es lo que quieren para ellos. Esta reflexión puede llevarlos a buscar cambiar la dinámica de la relación, para lo cual es importante que cada miembro asuma su responsabilidad en los conflictos, o en todo caso, decidan separarse y puedan vivir de una manera mas sana.   

Silvia Rodriguez Q.
Psicoterapeuta de orientación psicoanalítica
Cel. 999 040 402

miércoles, 17 de agosto de 2016

Los amigos de mi pareja

Cuando una pareja decide convivir o casarse, se produce un cambio en la relación con los amigos. Sin embargo, esta variación no es equitativa para ambos sexos. A menudo los hombres mantienen un vínculo fluido con sus pares y les dedican uno o dos días a la semana, ya sea para hacer deporte, ir a un bar o simplemente pasar el rato. Las mujeres por otro lado, tienden a enfocarse en el matrimonio y en las actividades sociales en pareja y paulatinamente, van alejándose de sus amigas. Ello por supuesto es un error porque pierden un espacio social importante, de soporte emocional, afecto y confianza. Dada esta situación posiblemente las mujeres vean a los amigos de él como intrusos, especialmente cuando estos siguen apareciendo en la casa de la pareja a toda hora y sin avisar como cuando eran solteros. Si bien esto puede ocurrir en ambos lados, las convenciones sociales influyen en que sean más los amigos de él quienes lo hagan y además lo fastidien con el estereotipado discurso del “saco largo” para convencerlo de alguna actividad, lo que disgusta a las mujeres. La solución más democrática es que la pareja establezca acuerdos y límites, sin olvidar que ambos deben dedicar un tiempo a sus amistades por igual.

Adhara Ampuero Sala
Psicóloga Clínica – Psicoterapeuta
C.Ps. P. 8482
Cel. 997 363 962

martes, 16 de agosto de 2016

Infidelidad

Una de las situaciones más difíciles que tiene que afrontar una pareja es cuando uno de sus miembros es infiel. Las razones por la que se presenta la infidelidad, son diversas y dependen de cada pareja. Pueden estar relacionadas a los conflictos no resueltos y como estos fueron separando emocionalmente a sus miembros. En este caso la infidelidad pasa a ser una manifestación de situaciones no miradas por la pareja, en lugar de hablar, de afrontar las dificultades, aparece una tercera persona.
Por otro lado, la monotonía, lo cotidiano, los problemas propios de la convivencia van desgastando la relación y los momentos gratos que se pasaba en pareja cada vez se hacen menos presentes. En esta situación la aparición de una tercera persona hace, que la persona que es infiel, regrese a la primera etapa del enamoramiento, donde vemos al otro perfecto y donde se muestra lo más grato de cada uno, situación idealizada que contrasta con la realidad de la convivencia. Lo cierto es que la infidelidad produce una crisis, genera mucho dolor, pero si la pareja puede utilizar esta situación para evaluar su relación, para hablar de cómo se sentía cada miembro en la relación, hablar de aquello con lo cual no se estaba a gusto, la infidelidad puede convertirse en el generador de un cambio, que permita construir una relación más sólida en la que la pareja se sienta más a gusto.

Silvia Rodriguez Q.
Psicoterapeuta de orientación psicoanalítica
Cel. 999 040 402

jueves, 4 de agosto de 2016

Amor cibernético


La tecnología ha invadido nuestra vida en muchos sentidos. Puede facilitarnos el trabajo y las actividades de la vida diaria pero también ha cambiado la manera de interactuar de las personas. Las redes sociales se han vuelto el escenario en el que se conoce gente, se forman parejas y hasta se terminan relaciones. El mundo virtual plantea una paradoja, podemos sentirnos muy lejos, y a la vez, muy cerca del otro. Los límites se vuelven difusos en esta nueva realidad compartida (virtual) y ello puede llevar a mostrar en ocasiones, más de lo que se quisiera bajo el amparo de la “distancia” geográfica; y a la vez, animados por la “cercanía” emocional que experimentamos en ese espacio. No obstante, es necesaria una cuota de realidad física para consolidar un vínculo. Nuestros sentidos, aunque falibles, permiten un contacto más directo con las personas, así como la posibilidad de corroborar la atracción mutua, las intenciones reales del otro y la profundidad de la relación. Si bien el uso de mensajes de texto y el chat ayudan a mantener un contacto constante con la pareja, la relación puede verse afectada si solo nos quedamos en el ámbito virtual y no construimos una intimidad física y emocional en el mundo real.

Adhara Ampuero Sala
Psicóloga Clínica – Psicoterapeuta
C.Ps. P. 8482
Cel. 997 363 962

miércoles, 13 de julio de 2016

Media naranja

Fuente: Tutelandia
El termino media naranja hace referencia, en el lenguaje coloquial, a nuestra otra mitad. Cuando iniciamos una relación de pareja tenemos la fantasía de que hemos encontrado a nuestro complemento. En el transcurso del tiempo descubrimos, que esa otra mitad no era tal y que había muchas más diferencias de las que pensábamos. Y tal vez este momento sea uno de los más difíciles que tenga que afrontar la pareja. Las diferencias nos confrontan con la circunstancia que uno quiere una cosa y el otro, otra diferente. Para lidiar con esto, lo primero es aceptar las diferencias y los conflictos que esto genera en la pareja. En muchas ocasiones las parejas se niegan a ver los conflictos por miedo a que se pueda generar una ruptura, esto ocasiona que los problemas no resueltos se vayan acumulando y separen emocionalmente a la pareja.
Por eso, es importante aceptar las diferencias para posteriormente poder dialogar y llegar a acuerdos, a negociaciones que permitan tener una mejor convivencia. Cohabitar con los aspectos semejantes genera sensaciones muy gratas, sin embargo, convivir con las diferencias que se tiene con el otro puede generar rupturas en la pareja. Por ello es fundamental la importancia de que la pareja aprenda a lidiar con la diferencia.     

Silvia Rodriguez
Psicoterapeuta de orientación psicoanalítica  
Cel. 999 040 402           

¿Parejas disparejas?

Se dice que los opuestos se atraen cuando se ve parejas que parecen tener poco en común aunque en la mayoría de los casos se refieren a aspectos externos como diferencias de edad, procedencia, cultura y no tanto a características de personalidad. Lo cierto es que la atracción puede surgir entre las personas sin importar qué tan parecidas o diferentes son. No obstante, la atracción por sí sola no garantiza la posibilidad formar una relación o consolidarla a largo plazo. 
Construir una relación de pareja es algo más complejo. Hay diversos factores que entran en juego, algunos más determinantes que otros. Los intereses similares, las vivencias, la crianza y los valores compartidos son importantes para lograr un entendimiento a la hora de tomar decisiones, resolver problemas y lograr una relación de pareja estable. Sin embargo, algunas diferencias pueden ser vistas como inaceptables para la familia.
Una de las dificultades que pueden surgir para una pareja de edades o condiciones socio-económicas diferentes es la opinión negativa e intromisión de la familia. Lo que se quiere y busca en una pareja no siempre concuerda con lo que los padres desean para el hijo o hija.
Los padres, que intentan buscar siempre lo mejor para sus hijos, tienden a evaluar a cualquier pretendiente o pareja como inadecuado. Nadie estará nunca a la altura de lo que se merecen sus hijos o hijas. ¿Qué puede estar sucediendo?
En algunos casos los padres pueden sentir que sus hijos son una extensión de ellos mismos y sus propios deseos son trasladados a ellos. Se busca decidir por ellos, porque creen que es lo mejor y saben lo que más les conviene.  
Cuando se da el caso que no están de acuerdo con la elección de pareja de los hijos, habría que preguntarse: ¿se tiene la convicción de que la relación de pareja puede ser dañina para alguno de los implicados o los argumentos están sostenidos en prejuicios o estereotipos sociales rígidos? ¿Se busca aconsejarlo para darle otra perspectiva y evitarle sufrimiento o es que no se acepta que son adultos y se les sigue viendo como niños que necesitan ser protegidos y guiados en cada paso de su vida?
Toda relación saludable se basa en el respeto, la consideración y la confianza. Esto es válido también para las relaciones familiares. No es sencillo aceptar que los hijos son personas independientes, que tienen derecho a tomar sus propias decisiones, cometer sus propios errores y tener la pareja que crean conveniente, pero es necesario dejarlos crecer y apoyarlos en el camino que ellos escojan.

Adhara Ampuero Sala
Psicóloga Clínica – Psicoterapeuta
C.Ps. P. 8482
Cel. 997 363 962