Las personas tenemos la idea de que vivir en pareja es sinónimo de felicidad,
pensamiento que ha sido alimentado por los cuentos de hadas, los cuales generan
la idea que para ser feliz solo se tiene que encontrar a la persona a quien uno
ame y te ame. Sin embargo, la idea de
que uno se enamora se casa y vive feliz para siempre dista mucho de la
realidad. Es cierto que vivir en pareja
hace la vida mucho más grata, disfrutar de momentos con otro, estar acompañado
cuando se pasa por situaciones difíciles, le da a la vida un sentido
especial. De lo que se habla poco es del
sufrimiento que genera la vida en pareja y de que dos personas se amen no es
sinónimo de que las dificultades de la convivencia desaparezcan. ¿Cuáles son
los sufrimientos a los que los miembros de una pareja están expuestos? La
respuesta de esta pregunta es compleja y está relacionada a cada pareja en
particular, a las dificultades propias de los miembros de la pareja. Sin embargo, se puede decir, que lo primero es
aceptar que ser felices no es tan fácil y que no basta con el amor.
Posteriormente la pareja tendría que ir identificando que situaciones de la
vida en común están generándoles dolor para poder hablar sobre ello. Construir un espacio donde dialogar sobre las
actitudes del otro que lastiman es de suma importancia para resolver los
conflictos propios de la convivencia. Dialogo y disposición para encontrar
soluciones a los problemas que surgen en el día a día son la base para superar
los momentos difíciles de la convivencia.
Psicoterapeuta Psicoanalítica
Celular 999040402